En horario de trabajo, ni un minuto en Facebook

miércoles, 28 de octubre de 2009



Sólo el 10% de las empresas de EE UU dan vía libre al uso de redes sociales en jornada laboral. Aún no se sabe si España 'copiará' esta decisión.


Tiene un nuevo correo; María Álvarez quiere ser tu amiga en Facebook; SMS privado en tuenti de Sergio López; enlace a un vídeo interesante de YouTube; nuevo mensaje de Fonsi en Twitter; el pleno del Congreso en directo por el canal parlamentario… Cada mañana, la mayoría de los trabajadores encienden su ordenador dispuestos a utilizarlo como herramienta para contabilizar las últimas operaciones de la empresa, analizar el informe anual de ventas o redactar la última sentencia. El ordenador agiliza y facilita miles de tareas laborales, pero también ofrece múltiples posibilidades de distracción.

Tentaciones cero.

Conscientes de la dificultades de mantener la concentración de los perezosos, Estados Unidos ha decidido poner coto a la dispersión de sus trabajadores. De esta forma, el 54% de las empresas bloquea "por completo" los accesos a redes sociales como Facebook o Twitter, según los resultados de una encuesta de Robert Half Technology.

El 19% permite visitarlas sólo "con objetivos empresariales" y tan sólo el 10% dan vía libre al uso de redes sociales a sus empleados. “El acceso a Internet puede entretener a los empleados y que estos dejen de atender a los asuntos más urgentes, por lo que es comprensible que los directivos limiten su utilización”, afirma Dave Willmer, director ejecutivo de Robert Half Technology. “Sin embargo, para algunas profesiones, estas webs pueden ser aprovechadas como herramientas de negocio”, añade.

“La situación en España es de total inmadurez. Las empresas todavía no son muy conscientes del valor de su información y del tiempo de sus empleados. Queda todavía mucho por hacer. Las medidas tecnológicas vienen después de las políticas de seguridad y, sobre todo, de saber que el control no va contra nadie, sino a favor de la eficiencia y la productividad de las empresas", explica Abel González, director de desarrollo de negocio de Ecija y presidente de la Comisión de Seguridad de ANEI.

Los programas de control pueden dividirse en tres categorías. Por una parte, los que registran mediante tablas y gráficos todo lo que sucede en el equipo durante el horario de trabajo. Un ejemplo es el Rescue Time, que además permite bloquear voluntariamente el acceso a las páginas más tentadoras.

Otros programas, se dedican a disfrazar los ordenadores como si fueran un equipo de los años 80, con poco más que una aplicación para escribir en Word. Uno de ellos es Dark Room, que según sus creadores, genera “un ambiente de escritura libre de distracciones”, con una pantalla monocromática y sin la barra de menús.

Otros programas como el LeechBlock impiden el acceso a los sitios que el mismo usuario indique, bien de forma permanente o bien durante unas horas. El problema es que si la tentación es fuerte o el tentado es débil, basta con cerrar LeechBlock y abrir otro navegador.

La gaceta.
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